lunes, 14 de noviembre de 2022

La Plaza de España en Puerto de Cabras (1939- década de 1970)

 


La foto capta un momento de la década de 1960: Una infraestructura viaria que se dirige al muelle que contempla las operaciones del correo Ciudad de Huesca o de Mahón, de la Compañía Transmediterránea. A ambos lados nos encontramos edificaciones singulares de nuestro patrimonio -algunas desaparecidas-, como la Plaza de España, inciada tras la Guerra Civil, en 1939; a la izquierda junto a una pequeña alameda o jardin, la casa del telégrafo y, más abajo, la casa Manrique que ocupara en su etapa final el Unión Puerto; y, por fín, a la derecha, el mercado municipal en cuyo diseño intervino Ceferino Erdozain Felipe, siendo inaugurado en 1963 por el Gobernador Civil y Jefe Provincial del Movimiento, Honorato Martín-Cobos Lagüera.


El mercado municipal de Puerto del Rosario, en marzo de 2012. [Foto Paco Cerdeña].

Primer Parador de Turismo de Fuerteventura

 

En el entonces Puerto de Cabras se realizó este primer parador con el nombre de "Hotel Fuerteventura" y  diseño del arquitecto José Enrique Marrero Regalado para el Mando Económico de Canarias (1941-1946), concebido a modo de vivienda terrera. Al fondo los cuarteles militares, otro de los proyectos de aquel Mando en Fuerteventura. El hotel sufrió una amplia remodelación en la década de 1960, por el Cabildo de Fuerteventura, añadiéndosele una segunda planta; y desde entonces fue, además de hotel, hogar de menores y hoy alberga oficianas de Turismo. [Imagen publicada en el libro Puerto de Cabras/Puerto del Rosario. Una Ciudad Joven, 1995].


Así quedó la obra de José Enrique Marrero Regalado tras la remodelación de la década de 1960, que desdibujó por completo el diseño original de aquel arquitecto. [La foto se publicó en libro Puerto de Cabras Puerto del Rosario, una ciudad Joven, 1995].


Y este es el edificio en 2011, sede de oficinas de la Consejería de Turismo del Cabildo Insular. Tomamos la foto desde la entrada al muelle comercial de la capital majorera, y en ella vemos la rotonda que organiza el tráfico en esta parte de la ciudad, con lo viejos norays y la escultura "El vigía", de Feliciano G.Hernández. [Foto aportada por Paco Cerdeña]

Arquitectura del viento

 

Molinos de viento para la molturación de granos, en Llanos de la Concepción. En primer plano uno de seis aspas; al fondo, el de Nemesio es de cuatro. En medio el edificio de ancha puerta que sirvió de base a una molina actualmente desmantelada. Los dos que aún siguen en pié gozan de la protección que les confiere su declaración como Bienes de Interés Cultural. [Foto de Francisco J. Cerdeña Armas].


En esta otra secuencia sobre los molinos de Los Llanos de la Concepción, se ofrece otra perspectiva incorporando un primer plano con un horno de cal, indicativo de la apuesta de los vecinos de la zona por la industria: primero la molturación de granos, después la quema de piedra de cal para la exportación (década de 1950). El molino de Nemesio seguía armado a mediados del siglo XX, mientras que la molina aparece ya desmantelada, conservando sólo la torre. En todo caso puede apreciarse que entre ambas instantáneas el patrimonio se diluyó parcialmente. [La primera imagen la publicó Pedro C. Quintana Andrés, la segunda es mía y la tome en abril de 2011].

domingo, 16 de mayo de 2021

La flota de submarinos en Puerto de Cabras, 1921-2021

Anécdotas y Efemérides de Historia marítima, 1921-2021 

La escuadrilla de submarinos de la Armada en Puerto de Cabras. 


 


 


La flotilla estaba integrada por un buque de auxilio, de nombre “Kanguro”, que, por su silueta, fue el que más llamó la atención; los cuatro submarinos de nombres Isaac Peral, Monturiol, Cosme García y A3, que se desplegaron en nuestra bahía pues el correillo enfilaba el muelle chico en sus operaciones de correo inexcusables; y los cuatro torpederos de escolta, el T-1, T-5, T-21 y T-22. Las operaciones de reabastecimiento de combustible  la hicieron con el propio “kanguro” y, estando en Tenerife, desde las bodegas del “Almirante Lobo”, llegado ex profeso desde Galicia. 

 

La foto procede del libro “Puerto del Rosario, 100 años en la memoria”, publicado por el ayuntamiento de Puerto del Rosario en 2000, y fue aportada por Gerardo Mesa Noda a dicha publicación. 

Algún día aparecerán las instantáneas que, sin dudas, se tomaron desde la casa de Josefa Castañeyra, desde la Casa de los Manrique, Peñate, o de los Cabrera; es decir las de primera línea de costa frente al muelle chico o las que, por su altura, ofrecían buena perspectiva para registrar esta anécdota de la historia marítima de Puerto de Cabras, sin olvidar a las de los moradores de las viviendas del risco de playa de Los Mastrantos. 

domingo, 6 de diciembre de 2020

El racionamiento de la década de 1940 en Fuerteventura

Un acercamiento a la década década en que Fuerteventura estuvo "militarizada". A los tiempos del hambre y de las cartillas de racionamiento. A unos momentos en que la II Guerra Mundial puso de manifiesto cuan frágil era la economía insular y el papel que tuvo que adoptar la comandancia de la isla para garantizar los suministros a las tropas y el abastecimiento de la población. En definitiva a la estructura que se adoptó con aquellos fines.


Y ese ha sido nuestro empeño. Abrir caminos basados en las fuentes documentales que nos acercan a las décadas de 1930 y 1940 en Puerto de Cabras y en Fuerteventura. Unos años a los que nuestros mayores se refieren como del hambre y de las cartillas de racionamiento, porque también sus recuerdos forman parte de la Historia.

En principio este trabajo que presentamos, pretendió ser un guion. Y como tal lo orientamos con una introducción, en la que hacemos un recorrido por distintas etapas de la historia del siglo XX, en que la condición de islas aconsejó el cuidado del abastecimiento y el racionamiento, ante momentos especialmente difíciles, como los bélicos de las dos guerras mundiales. Después vendrían las entrevistas que haríamos a los mayores. 

Pero se puede usar para entender cómo se organizó el abastecimiento, especialmente en la posguerra civil española. Un avituallamiento que en Canarias tuvo la singularidad (al menos durante el primer quinquenio de la década de 1940) de que la economía estuvo en manos de Capitanía General de Canarias, a través del Mando Económico de Canarias. 

Durante la II Guerra Mundial la autoridad militar de aquel Mando gestionó las dos Delegaciones Provinciales de Abastecimientos y Transportes de Canarias y, por tanto, la Subdelegación Insular de Fuerteventura (como también se hizo en Lanzarote y demás islas menores) hasta 1946.

La Comandancia Militar, a través de la Subdelegación de Abastecimientos y Transportes y de las Delegaciones Locales, fiscalizó no sólo el abastecimiento, sino el movimiento de la más mínima porción de alimentos que se intentara sacar de la isla. Para su gestión Fuerteventura se dividió en tres zonas de avituallamiento: 

• Zona Norte, integrada por los municipios de Puerto de Cabras y La Oliva, 

• Zona Sur, integrada por los municipios de Antigua, Betancuria, Tuineje y Pájara, 

• Jandía... 

En cada zona, un puerto o embarcadero: Puerto de Cabras, Gran Tarajal y Morro Jable. En ese orden. Pero teniendo una línea de costa tan extensa y plagada de puertos o embarcaderos históricos, la vigilancia del contrabando se practicó con destacamentos de guardia civil en sitios tan alejados como Jacomar, Ajui, Majanicho o Los Molinos, por citar algunos. 

El Organismo que nos ocupa, la Subdelegación de Abastecimientos y Transportes, fue una extensión de la estructura vertical de la Comisaría General del ramo. Durante su andadura tuvo dos momentos: el militar, de 1939 a 1946, y el civil, desde entonces hasta 1952-53, de una forma efectiva. 

Dependiente de la Delegación Provincial, reproducía el esquema de aquella en la estructura de sus negociados, cupones, cartillas, mapas, transportes, guías, inspección, etc. 

Y bajo la dependencia de la Subdelegación Insular, los ayuntamientos funcionaron como Delegaciones Locales, asumiendo similares tareas de abastecimientos en su término, con la singularidad de que a ellos tocaba controlar los movimientos de población y el despacho de las cartillas de racionamiento que debían atender las tienditas de ultramarinos en cada pueblo. 

Controlar el abastecimiento a nivel local suponía que de un municipio no salía, por ejemplo, una res mayor o menor sin que el alcalde o delegado local certificase que ello no redundaría en la escasez local; cada traslado de animales o mercancías, comestibles o no, debía estar acompañado de la correspondiente guía. 

Controlar los transportes, ya fueran marítimos (con barquillos de dos y cuatro remos), por carreteras o con bestias que circularan por antiguos caminos, era otra de las funciones de la Subdelegación que llegó a prohibir a los transportistas los desplazamientos en vacío sin la correspondiente autorización de su oficina o de las delegaciones locales.

Con todos estos mimbres pretendíamos hilvanar las entrevistas sobre los tiempos del hambre y las cartillas de racionamiento. A estas páginas se asoman los nombres de quienes hacían posible el reparto de los productos racionados de primera necesidad, desde el personal de la Subdelegación o “Consorcio” (después), hasta los comerciantes minoristas, los transportistas y los exportadores que conseguían autorizaciones para sacar los pocos excedentes; pero también la gente humilde que intentaba llevar, por ejemplo, huevos y gofio a familiares enfermos en otras islas; patrones de barcos que precisaban de la correspondiente autorización para pertrechar sus naves y el sostenimiento de sus tripulaciones...

Muy sucintamente, este ha sido un breve recorrido por el libro que hoy se presenta. Munición archivística, tal vez, para los mentideros; pero con la sana intención de alentar el recuerdo convencido de que contribuimos a la Memoria e Identidad de nuestro pueblo. 

Espero que lo disfruten.

martes, 6 de octubre de 2020

Falleció don Arístides

En el día de hoy recibimos la triste noticia del fallecimiento de un "Médico Rural", con Don Arístides Hernández Morán se apagó toda una Institución al servicio de Fuerteventura. 

Con las fotos de su libro de recuerdos queremos acompañar en el duelo a familiares y amigos.

Descanse en paz.